LA BANDERA ASTURIANA
¿Conoces la historia de la Bandera de Asturias? ¿Sabías que la bandera de Asturias podría haber sido roja y amarilla?
Cuándo y cómo surge la bandera de Asturias
La verdad es que es difícil hacer una datación precisa de cuándo surge la bandera asturiana, aunque sí está datada la primera vez que se usó.
La primera bandera que se identifica con la que ahora conocemos fue a finales del siglo XVIII-principios del XIX.
Así, se dice que a finales del siglo XVIII Jovellanos (ilustrado gijonés que llegó a ser ministro de Gracia y Justicia, quizás uno de los personajes más avanzados para su época) propuso una bandera con la llamada “cruz de la victoria” en color amarillo, sobre fondo rojo o azul.
¿Qué significado tiene la “Cruz de la Victoria”?
La cruz de la Victoria es una obra de orfebrería del año 908, en plena monarquía asturiana. Era la época en la que Asturias era quizás el reino cristiano más potente en la lucha contra los musulmanes en la península. Y en esa época en la que religión y política estaba tan mezclada, hacía falta un símbolo de lucha e identidad frente a los musulmanes. Así, se dijo que La Cruz de la Victoria era la Cruz con la que Pelayo había expulsado a los musulmanes en la Batalla de Covadonga, dando inicio a la Reconquista.
De los brazos de la cruz cuelgan las letras griegas alfa mayúscula y omega minúscula, que significan el principio y el fin (la infinita extensión de Dios). La letra omega es minúscula y no mayúscula, porque así se encuentra en las ilustraciones más antiguas que se conocen, como las pinturas de San Julián de los Prados.
Claro que la Batalla de Covadonga se produjo en algún momento entre los años 718 a 722, y la Cruz de la Victoria data del año 908.
¿Y hoy?
Con la llegada de la democracia, se recuperó la bandera asturiana en 1977, aunque no fue hasta 1990 cuando se oficializó por ley su forma, colores y demás características.
HIMNO DE ASTURIAS
El nataliegu espera a quemarse en la noche del 24 de diciembre
El Nataliegu es un tronco que se quema en la noche de Nochebuena sobre los restos de la hoguera del año anterior (donde se quemó también el nataliegu) y se deja arder durante toda la noche. Al día siguiente, con el fuego ya apagado, se recogen parte de sus cenizas y se guardan para el año siguiente, donde se volverá a hacer el mismo ritual.
La tradición cuenta que el fuego del Nataliegu protege de los rayos a la casa y del mal a sus habitantes. Además, de este rito del fuego y el nataliegu se decía que proporcionaba fertilidad al ganado, las tierras y los habitantes de la vivienda.
Hoy en día, es una tradición que sigue presente en muchas casa de Asturies, donde seguro que ya tienen preparado el tronco para dejarlo arder en una de las noches más especiales del año.